Como cada año, Javier Urbina, el fundador de nuestra compañía, renueva nuestro espectáculo más internacional, "EL SEÑOR DE LAS BURBUJAS", con nuevos trucos e ilusiones con burbujas en una producción teatral de aproximadamente una hora, para todo tipo de público. Desde 2008 hasta 2024, cuando Urbina comenzó en el maravilloso mundo de integrar burbujas de jabón en un contexto teatral, ha renovado año tras año, ofreciendo siempre una fórmula en este espectáculo ÚNICO e internacional, sin palabras, 100% puro entretenimiento y para todas las edades, sin importar nacionalidad, sexo o religión.

Las burbujas se inflan, suben, estallan y caen como una llovizna de jabón. Una y otra vez. Se apilan entre sí, formando torres escalonadas. Incluso pueden anidarse unas dentro de otras, llenarse de espuma, absorber objetos. Las más grandes pueden envolver a personas enteras, como criaturas misteriosas de otros mundos. Las variaciones son infinitas. Y aunque todo se reduce a nada más que espuma, las burbujas siguen evocando fascinación con sus movimientos ondulantes, reflejos iridiscentes y su vida efímera pero intensa.

Como un mago, el artista español Javier Urbina genera burbujas de tal manera que parece ser solo un maestro de ceremonias, cediendo el protagonismo a las burbujas de jabón. Un Merlín silencioso, un malabarista del movimiento lento y elástico de las esferas brillantes, las deja volar libremente, las organiza en estructuras casi psicodélicas o las invita a danzar entre sí. También podría comparársele con un chef que crea delicadezas con un solo ingrediente.

Las luces ayudan a acentuar el espectro de colores que se reflejan y refractan en las superficies jabonosas. La banda sonora también es un apoyo crucial para la continuidad sin palabras del espectáculo. Sin embargo, un volumen excesivo va en contra de la sutileza de la representación, disminuyendo su espacio en lugar de proyectarlo hacia una dimensión mayor.

ACERCA DEL SHOW

Más allá del Récord Mundial que ostenta Urbina por crear la cadena de burbujas de jabón más grande del mundo, lo que él genera no es solo admiración por la técnica perfeccionada de este antiguo juego de hacer burbujas, sino también la poesía que emana de la misma disposición para abrazar lo lúdico, ampliada con una gama de recursos que parecerían no encajar en la simple combinación de aire y jabón.

Imágenes del show